viernes, 21 de enero de 2011

Un día como si de cerrar portales se tratara...

En la vida todo el mundo recibe etiquetas. La gente intenta decirnos cómo tenemos que ser, pero es cosa nuestra decidir si la etiqueta nos va bien. Después de todos mis esfuerzos por quitármela, por fin entendí cuál tenía que ser mi etiqueta: jamás sería normal, ni corriente... mi destino era ser extraordinario. Esa es la etiqueta que he aceptado, y ahora mi responsabilidad es merecerla.
La vida está compuesta de rutinas.
Pero la vida no es una ciencia exacta, estadísticamente hablando estamos condenados a tropezar.. Esa era mi vida, mi rutina. Y conseguir que saliera bien iba a ser mucho más complicado de lo que pensaba.

Además, la gente pasa gran parte de su vida rodeada de incertidumbre... ¿Qué puede pasar dentro de una semana? ¿de un mes? ¿de un año? Yo me preguntaba qué iba a ser de mi vida si sería capaz de responder a las preguntas que no dejaban de surgir... Supongo que yo también buscaba seguridad.

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